Volvo Cars y Uber han desarrollado un vehículo conjuntamente, listo para la producción, capaz de conducirse por sí solo. Es un paso más en la colaboración estratégica entre ambas marcas.
Uber y Volvo Cars firmaron en 2016 un acuerdo de ingeniería conjunta, en virtud del cual Volvo entregará a Uber varias decenas de miles de vehículos base, listos para la conducción autónoma, a lo largo de los próximos años.
Desde entonces, han creado varios prototipos destinados a acelerar el desarrollo de los vehículos de conducción autónoma de las dos empresas. El Volvo XC90, que se presentó el 12 de junio, es el primer vehículo que, junto con el sistema de conducción autónoma de Uber, puede circular de manera totalmente autónoma.
Volvo XC90
Como base se ha utilizado un XC90 equipado con importantes funciones de seguridad que han permitido a Uber instalar fácilmente su propio sistema de conducción autónoma. Esto abre el camino al desarrollo de vehículos de conducción autónoma que podrían funcionar en la red de Uber como un servicio de transporte compartido autónomo.
Entre las prestaciones más importantes de este vehículo listo para la conducción autónoma se encuentran varios sistemas de respaldo para las funciones de dirección y frenado, así como una batería que proporciona alimentación de reserva. Si alguno de los sistemas primarios fallase por cualquier motivo, los sistemas de respaldo entrarían en acción y detendrían el vehículo inmediatamente. También se han integrado en la parte superior del vehículo unos sensores especialmente diseñados para que el sistema de conducción autónoma de Uber pueda funcionar y maniobrar de manera segura en los entornos urbanos.
Este sistema, combinado con la plataforma de Volvo, quizá permita en el futuro un transporte compartido autónomo seguro y fiable sin necesidad de recurrir a los «Mission Specialist» empleados de Uber que han recibido formación especial para manejar y supervisar el vehículo en zonas adecuadas y especialmente designadas para la conducción autónoma.
«Creemos que la tecnología de la conducción autónoma nos permitirá seguir mejorando la seguridad, un concepto que es esencial para nuestra empresa», señala Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Cars. «Para mediados de la próxima década esperamos que un tercio de nuestras ventas corresponda a vehículos totalmente autónomos. El acuerdo con Uber subraya nuestra voluntad de convertirnos en el proveedor preferido por las principales compañías de movilidad del mundo».
«Mantener una estrecha colaboración con empresas como Volvo es crucial para crear una flota segura y escalable de vehículos de conducción autónoma», afirma Eric Meyhofer, consejero delegado de Uber Advanced Technologies Group. «Volvo es una marca reconocida desde hace tiempo por su compromiso con la seguridad, que es la piedra angular de su nuevo vehículo base para la conducción autónoma listo para la producción. Combinado con nuestra tecnología de conducción autónoma, este vehículo será una pieza fundamental del paquete de productos autónomos de Uber».
Volvo Cars tiene previsto utilizar el concepto de «vehículo base» para introducir sus futuros vehículos de conducción autónoma a principios de la década de 2020. Estas tecnologías, que se integrarán en la próxima generación de modelos Volvo basados en la arquitectura SPA2, incluirán funciones diseñadas para permitir la conducción autónoma sin supervisión en zonas claramente designadas para ello, como autopistas o vías de circunvalación.
Volvo Cars cree que la conducción autónoma podría ofrecer grandes ventajas en seguridad vial a la sociedad en su conjunto una vez que todos los vehículos sean autónomos. Hasta entonces, esta tecnología ayudará a mejorar la experiencia de conducción de los clientes evitándoles tareas tan cotidianas como las constantes operaciones de arranque y parada cuando se circula en medio de los atascos de tráfico.
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