Este modelo, de líneas exteriores suaves y simples y aspecto voluminoso, destaca por su elevada practicidad y sencillez; quizás es de los vehículos más fáciles de conducir que he probado, siendo de uso eminentemente familiar por sus amplios espacios interiores y maletero.
En el interior, si ya de por sí el ID3 disfruta de espacios muy amplios, en el ID4 se hacen mayores, pese a que la distancia entre ejes es la misma (2.766 mm), ya que montan la misma plataforma del grupo VW, la MEB para vehículos eléctricos, variando los voladizos delantero y trasero.
El espacio para las piernas en las plazas delanteras es muy amplio y la distancia entre filas de asientos es mayúsculo; además, el piso es plano, sin ese incómodo túnel para las líneas de escape, por lo que cualquier plaza del vehículo es muy cómoda. Por ende, los huecos de puerta, de grandes dimensiones, facilitan la entrada y salida del vehículo.
En lo que respecta al espacio de carga, el maletero del ID.4 cubica unos destacados 543 litros de capacidad, siendo de piso plano elevado, ya que combina en el eje trasero el motor eléctrico con una suspensión multibrazo.
También sobresale la sencillez de su instrumentación; por ejemplo, en el número de mandos individuales, que es bastante reducido, agrupándose la mayoría de los funcionamientos en la pantalla táctil central y en el volante multifunción. Como ejemplo, dispone en la puerta del conductor de dos interruptores para subir y bajar los cristales de las cuatro puertas, acompañado de un selector delante/detrás, mientras que en la consola central no dispone de ningún interruptor ni mando, sino de tres espacios portaobjetos relativamente amplios para colocar llaves, cargar el teléfono móvil, etc., estando el selector de marchas en una consola al lado derecho del volante, idéntica a la del ID.3.
Está disponible en nueve niveles de equipamiento. He probado la 1st con equipamiento Pro Performance, en la que destacaría el volante de cuero multifunción térmico, que en invierno se agradece, los asientos delanteros térmicos, el sistema de aparcamiento asistido, la cámara para marcha atrás y el Front Assist con freno de emergencia en ciudad, que facilitan la maniobrabilidad, especialmente en ciudad, al ser un vehículo relativamente grande.
En cuanto a la maniobrabilidad, siendo un vehículo de apariencia voluminosa (longitud de 4.584 mm) y pesada (2.124 kg.) se deja manejar muy fácilmente. En ciudad es de respuesta muy ágil y, en carretera, muy confortable, pudiendo disfrutarse del placer de conducción de la movilidad eléctrica con todas sus ventajas, gracias a una dirección asistida con un radio de giro reducido (10,2 metros) y una suspensión ni a dura ni blanda, muy equilibrada. Los frenos traseros son de tambor y, los delanteros, de disco, lo que no limita su eficacia para retener y parar el vehículo.
La unidad que hemos probado es la de tracción trasera de 150 kW y con batería de tracción de 77 kWh, que depara una autonomía de 500 km, considerable.
En resumen, he quedado muy positivamente sorprendido, ya que no me esperaba que, en prácticamente todas las características funcionales, fuera tan ágil en ciudad y confortable en carretera. Facilita un uso familiar, por sus amplios espacios interiores, y presume de una autonomía destacada.
A destacar:
- Habitabilidad interior, con grandes espacios.
- Dirección con elevada sensibilidad.
- Suspensión ideal, ni dura ni blanda.
- Autonomía.
No me gusta:
- Frenos de tambor traseros.
- Diseño exterior e interior muy simple.
- Cuadro de instrumentos con información pobre, concentrada en la pantalla multifunción; para acceder a ella hay que consultar varias pantallas.