En la compra de un vehículo casi lo último que valoramos es su sistema de iluminación… merece la pena detenerse a hacerlo y, quizá, no dar tanta prioridad al color, precio, equipamiento, conectividad, o llantas.
Queremos, con este artículo, informar de la importancia de este sistema. Por ejemplo, al circular de noche, más del 90% de la información que recibe el conductor la obtiene a través de la vista. Es fundamental disponer de unos faros que iluminen de forma eficaz y acorde como se han diseñado.
¿Qué sistemas de iluminación existen actualmente? En CESVIMAP hemos hecho un análisis comparativo de las tres principales tecnologías del mercado: halógena, de Xenon y de LED.
Halógena
La tecnología halógena es un avance de la bombilla incandescente. Tiene un filamento de tungsteno similar, con una lámpara más pequeña que contiene gas halógeno (flúor, cloro, bromo, yodo o astato) y un alto flujo luminoso. Es la más conocida y extendida, se instala en la mayoría de los vehículos utilitarios y de gama media. S
Para comprobar qué alcance tienen los sistemas de iluminación hemos medido desde un plano cenital con una referencia a 100 metros para determinar de forma empírica el alcance del haz de luz.
Xenón
La tecnología Xenón es una iluminación por arco eléctrico y no por incandescencia de un filamento de tungsteno. La principal diferencia respecto a la anterior es que, con un valor cercano a los 4000 K, da un tono blanco-azulado a la par que iluminación transversal, aumentando considerablemente su alcance.
Analizamos la visibilidad del haz de luz de cruce, se aprecia muy bien el haz asimétrico. La capacidad de iluminación es mucho mayor (alcanza hasta 200 metros).
La diferencia entre tecnologías es clara. Para que resultara más fácil de apreciar, encendimos las luces de carretera en ambas para intentar detectar a una persona llevando un chaleco reflectante a 100 metros.
Si un conductor se encuentra con un peatón dotado de esta prenda de seguridad, aumenta su percepción respecto a la luz halógena, por tanto, la capacidad de evitar un eventual atropello.
LED
Como ventajas frente a las tecnologías anteriores destacan un bajo consumo, larga vida útil y material resistente, forma robusta y tamaño reducido. No emiten excesivo calor ni producen campos magnéticos. Es decir, son más económicas y sostenibles que otra luces convencionales.
En seguridad vial es muy importante la tecnología LED como presente y futuro de la iluminación -también, obviamente, a la hora de reconstruir un accidente de tráfico-. Hemos ensayado diversos faros de varios fabricantes de vehículos, así como la tecnología Audi LED y Pure Vision de Renault.
Con las luces de largo alcance, la diferencia entre tecnologías es menos notable.
Para las de carretera, el alcance de la tecnología Audi LED es mayor que la zona de ensayo (235 metros). Es decir, su capacidad de iluminación está cerca de los 300 metros de alcance teóricos.
Importancia en la reconstrucción de accidentes
Vemos un ejemplo: reconstruimos un accidente con distintos sistemas de iluminación, las tres tecnologías en luces de cruce, y circulando un peatón con ropa oscura. En CESVIMAP hemos medido a qué distancia puede percibirse al peatón en las tres opciones y qué posibilidad existe de que el coche evite el accidente.
Estas distancias se corresponden con el punto de percepción posible, PPP: el punto en el cual es físicamente posible que la situación de riesgo pueda ser apreciada por el conductor del vehículo.
Otra variable estudiada es el tiempo de reacción o el que transcurre entre que el conductor se percata del peligro y ejecuta alguna maniobra evasiva. Su valor varía en función de la edad del sujeto o de las condiciones climatológicas. Tomamos 1, 3 segundos para que el conductor puede reaccionar (frene, gire…)
La evitabilidad del accidente en función de las distintas velocidades se resume en:
Así, a bajas velocidades, la diferencia entre sistemas de iluminación no es tan acentuada. Para 50 km/h, con luz Xenón y LED, el accidente es totalmente eludible. En el caso de halógenas, para la situación más desfavorable (PPR 30 m), únicamente podemos asegurar que el conductor tendrá oportunidad de reaccionar.
A 90 km/h, con luz halógena el accidente es inevitable. Con luz Xenón, el conductor podrá reaccionar solo en el mejor de los casos planteados (PPR 55 m) y con luz LED podemos garantizar que el conductor tiene tiempo y espacio para reaccionar.
A 120 km/h, únicamente podremos reaccionar si nuestro vehículo incorpora luces LED, con las tecnologías restantes, es imposible.
Para saber más:
Manual de Reconstrucción de Accidentes de tráfico, CESVIMAP 2009.
Curso técnico universitario de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico, CESVIMAP. https://www.cpfol.es/aulavirtual/rat/
Hella:
https://www.hella.com/techworld/es/Informacion-Tecnica/Iluminacion/Faros-219/
https://www.hella.com/techworld/es/Informacion-Tecnica/Iluminacion/Faros-LED-833/