En España ya existen robots delivery, o robots autónomos de reparto, que circulan de forma autónoma por las aceras de las ciudades. Hacen, concretamente, entregas de última milla de pedidos de supermercados y restaurantes en las ciudades de Zaragoza y Alcobendas. Se trata de vehículos autónomos nivel 4 pensados para circular de manera autónoma, aunque también pueden ser controlados de forma remota por un operador humano de ser necesario, por ejemplo, al cruzar la calzada por un paso de cebra.
El pedido se recoge a través de un código QR que la empresa de reparto envía al móvil del comprador. Previamente le ha enviado varias notificaciones al cliente, avisándole cuando el pedido sale de su punto de venta, a medio camino y cuando está muy cerca del punto de entrega.
Pruebas CESVIMAP
CESVIMAP laboratorio de movilidad de MAPFRE, investiga sobre todo tipo de vehículos autónomos, desde coches a robots de reparto. Hemos tenido la oportunidad de conocer cómo es su funcionamiento tras haberles sometido a una serie de pruebas. Operan con varios modelos.
DeliverBot de Delivers AI
El primero que testamos en 2021 fue el modelo DeliverBot de Delivers AI; con forma de cubo, y unas dimensiones de 75 cm de largo, 60 cm de ancho y 80 cm de alto. La capacidad que tiene de almacenaje ronda los 20 kg, es eléctrico y la batería que incorpora es de iones de litio de 0,8 kWh, con una autonomía de unas 3 horas. Este robot es capaz de detectar obstáculos a una distancia entre 20 y 30 cm, con altura mayor a 15 cm y una anchura mayor de 3 cm al estar equipados con una serie de sensores para ver el entorno y tomar decisiones como cámaras, sensores de ultrasonidos o GNSS, un término que engloba los distintos sistemas de corrección de posicionamiento satelital global.
Ottobot de Ottonomy.IO
El último robot que hemos probado ha sido el Ottobot de Ottonomy.IO, con dimensiones superiores al anterior (109 cm de largo, 75 cm de ancho y 132 cm de alto), una batería LFP del doble de capacidad (1,6 kWh) y dos compartimentos independientes que pueden alojar una carga de hasta 80 kg. Estos compartimentos van reforzados con material aislante para mantener el calor y también tienen la opción de mantener el frío utilizando placas de hielo similares a las que se utilizan en las neveras portátiles. Este modelo está muy mejorado en cuanto a percepción del entorno, pues incorpora un lidar (360°) y mayor número de cámaras y ultrasonidos. Además, está preparado para hacer un intercambio de batería en menos de 2 minutos y así evitar tiempos de inactividad durante la recarga.
La máxima velocidad que alcanzan estos robots es de unos 6 km/h, algo lógico si circulan por aceras, ya que es la velocidad media a la que anda un peatón. Están pensados para dar servicio en un perímetro de aproximadamente 1 km, muy útiles para hacer entregas en los centros de las ciudades (ZBE-Zonas de Bajas emisiones) y en barrios residenciales, minimizando costes al desaparecer la figura del conductor y contribuyendo a la transición de la movilidad descarbonizada. Su funcionamiento es bueno, anticipativo y nada agresivo.
El robot delivery es una alternativa más de la automatización de la conducción y CESVIMAP, dentro de MAPFRE Open Innovation, siempre innova sobre novedades en vehículos, su funcionamiento y los nuevos desafíos y riesgos que pueden suponer para la compañía.