Usuarios, Fiscalía, Administraciones Locales y representantes de la sanidad, el derecho y la industria aseguradora se han reunido para analizar la gestión del riesgo de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP).
Los usuarios insistieron en la necesidad de tener conocimientos sobre su manejo, incluso regulados por licencia, y prever mecanismos que no permitan adulterar velocidades.
Foro Inade ha acogido una jornada de análisis y reflexión sobre la situación actual de los VMP y en especial la gestión de los riesgos que acarrean, ya que desde hace dos años el uso de los VMP ha ido aumentando de forma exponencial. Profesionales y usuarios reclamaron una legislación aplicable a estos vehículos que permita tanto a las personas que los usan como al resto de viandantes, conductores y bicicletas convivir con tranquilidad.
Según la información facilitada por la Fiscalía de Seguridad Vial correspondiente a 2018, los VMP estuvieron implicados en más de 300 accidentes con víctimas, cinco fueron mortales. En 2019 el número de fallecidos podría llegar a triplicarse.
Áxel Costas y Jonathan Genaro (como usuarios de patinete eléctrico) señalaron que muchas vías por las que circulan se encuentran en mal estado de conservación, suponiendo un peligro para ellos, pero también circular por las aceras es peligroso “porque los peatones no andan ordenadamente; aunque tampoco por carretera, ya que, por ejemplo, en las ciudades los autobuses pasan a mucha velocidad”. Ambos insistieron en la necesidad de conocer su manejo, incluso regulados por licencia y prever mecanismos para no poder adulterar velocidades.
Francisco Javier Domínguez Araújo, Doctor de VITHAS, Hospital Nuestra Señora De Fátima, comentó que en su centro se habían registrado cinco casos de siniestros con VMP implicados en dos años en Vigo; destacó que País Vasco y Canarias reportan la mayor siniestralidad, mientras que Asturias y Castilla y León las que menos, siendo las lesiones similares a las de bicicletas, como traumatismos craneoencefálicos (40%), por lo que “el casco debería ser obligatorio y deberían limitarse velocidades”.
Se pidió la creación de normas generales homogéneas para todo el territorio y que cada Ayuntamiento regule sus exclusiones, para definir por dónde se puede circular. También, más educación vial y concienciación social.
GESTIÓN DE RIESGOS EN LOS VMP
En la mesa redonda de profesionales, Carlos Gil, Fiscal Delegado de Seguridad Vial de Galicia; Fernando Peña, Profesor y Director de la Cátedra Fundación Inade-UDC; Manuel Mirás, Vicepresidente Ejecutivo de la FEGAMP y Alcalde de Oroso; y Fernando Alarcón, Director de la Asesoría Jurídica de Automóviles de Mutua Madrileña hablaron sobre la gestión de riesgos de los VMP, abordando la problemática que rodea a su uso, algo que corresponde regular a los ayuntamientos. En relación con esto, el Vicepresidente Ejecutivo de la FEGAMP informó de que en Galicia ningún ayuntamiento ha regulado el uso de los VMP. “Es necesario transformar pueblos y ciudades. La Unión Europea pone a disposición de los ayuntamientos subvenciones para acometer mejoras en asuntos relacionados con la movilidad, que aportarían entre 50.000 y un millón de euros”.
Manuel Mirás adelantó que este tema forma parte de las preocupaciones de la FEGAMP desde hace tiempo; así, desde la Federación se ha solicitado regulación estatal, y que su uso se limite a espacios adecuados: carril bici, de un ancho suficiente de vía y calzadas con limitación de velocidad a 30 km/h. Incidió en que se debería exigir una licencia y que habría que regular un seguro obligatorio similar al de automóviles.
Fernando Peña aseguró que no prevé que en el futuro se llegue a considerar los VMP como otros vehículos a motor y que en la instrucción de la Dirección General de Tráfico 16/V-124 ya se señala que los VMP deben circular por la calzada, y en caso de usar las aceras hacerlo a pie y llevando de la mano el VMP. De esto se deslinda que si circulan por las aceras están cometiendo una negligencia, por lo que en caso de siniestro siempre sería culpa del usuario del VMP a efectos de la Responsabilidad Civil.
Carlos Gil se mostró preocupado por la manipulación de motores de estos vehículos, indicando que “hay intentos de fraude al respecto y que existe un borrador de una norma en la que se indica que el VMP es aquel que tiene motor eléctrico, para un solo pasajero, sin sillín, y que pueda circular entre 6 y 25 km/h; el resto ya serían ciclomotores”.
Fernando Alarcón destacó la existencia de un borrador para la reforma de la Directiva del seguro de automóviles, en la que se exigirá que el uso de los VMP sea regulado por cada Estado. Para Alarcón, “circular por las aceras, es crear víctimas; circular por la calzada supone un riesgo alto para el usuario. Además, señaló que los seguros voluntarios que existen en la actualidad recogen sumas aseguradas que oscilan entre los 150.000 y los 600.000€ y esta cantidad puede resultar insuficiente en caso de causar víctimas con resultado de invalidez, ya que los jueces aplicarían los criterios del Baremo de accidentes de tráfico.
Fernando Alarcón explicó que “los VMP se encontrarían entre la consideración de ciclomotor y la de bicicleta, pero en realidad se parecen más a los patines y necesitan regulación específica y un seguro obligatorio”. Se necesita una regulación genérica para dar paso a ordenanzas municipales y adaptar las ciudades a esta nueva realidad, coincidiendo con la exigencia de un seguro obligatorio.
Como conclusión de la jornada, el director de Fundación Inade, Adolfo Campos, solicitó tanto a la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) como a la FEGAMP que incluyesen entre sus prioridades la regulación de una norma única para todo el Estado, dejando a cada ayuntamiento libertad para supuestos específicos, teniendo en cuenta la infraestructura de cada municipio. “Es posible que, en el futuro, en vez de hablar de carril-bici hablemos de un carril para vehículos a motor, y que el resto de las vías sean utilizadas ordenadamente para peatones y VMP”.