La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, ha establecido un plan de Movilidad, sobre las necesidades y retos que exige una transición inteligente y ordenada hacia la movilidad sostenible del futuro. José Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC, y Mario Armero, vicepresidente ejecutivo han destacado que este plan es “el paso adelante de la industria de la automoción, una propuesta constructiva” para colaborar con las Administraciones nacional, autonómicas y/o municipales con el fin de diseñar una estrategia de movilidad coherente y comprensible para el ciudadano que mejore la eficiencia, sostenibilidad y seguridad del transporte por carretera.
La asociación ha presentado este plan a las formaciones políticas y administraciones municipales y autonómicas.
El plan surge de la situación de incertidumbre que vive el consumidor y que está afectando al desarrollo del mercado. Las ventas de automóviles llevan siete meses de caídas consecutivas, en parte por las peores previsiones económicas, pero también por la confusión de los consumidores a la hora de decidir qué coche comprar. Las diferentes leyes de cambio climático, planes de calidad del aire y de movilidad en ciudades y regiones potencian esta indecisión.
Los ciudadanos retrasan su decisión de compra, a la espera de que se aclare esta situación, u optan por una inversión menor, adquiriendo un vehículo de ocasión de más de 15 años. Esta falta de renovación, esta potenciación del mercado de segunda mano viejo y la elevada edad media de los vehículos achatarrados (por encima de 19 años) incide en la edad media del parque español, que sigue creciendo por encima de los 12 años.
La asociación plantea profundizar en las diferentes realidades de la movilidad, con las personas y las ciudades en el centro; con el equilibrio entre medio ambiente, sociedad, industria y economía, teniendo en cuenta el compromiso de la industria de la Automoción con la movilidad inteligente y sostenible.
Considera la movilidad inteligente en su conjunto como un vector de transformación radical de la industria de la automoción. En su definición, confluyen las cuatro megatendencias, disruptoras para la industria: la conducción autónoma, la movilidad compartida, la conectividad y la electrificación. A ellas se une que las ciudades serán los grandes clientes de la movilidad.
La nueva sociedad basa parte de su actividad y dinamismo en el movimiento de personas y mercancías en unos mercados cada vez más globales. “La movilidad es el PIB de un país”, señaló Armero. Pero este despliegue, si no es objeto de una cuidadosa planificación, con visión tanto global como local, puede convertirse en un factor con efectos negativos.
El Plan de Movilidad de ANFAC nace con un doble enfoque: por un lado, proponer el desarrollo de una estrategia país hacia una movilidad que garantice el desarrollo sostenible, el crecimiento económico y la innovación junto con el derecho a desplazarse con libertad, con seguridad y con unos costes asequibles. Por otro lado, reunir 50 recomendaciones (“best practices”) para el desarrollo de planes de movilidad en las ciudades, teniendo en cuenta la diversidad de realidades que confluyen en las diferentes regiones españolas.
El estudio tiene un enfoque gradual que se apoya en la tecnología como parte de la solución y que se desgrana en medidas como: la necesaria renovación del parque, la fiscalidad con criterios medioambientales, el uso más eficiente de los medios de transporte, la mejora de las infraestructuras de carreteras y de la gestión del tráfico, la planificación urbanística, el desarrollo de sistemas de transporte público eficaces, la optimización de los flujos logísticos y del transporte de mercancías, entre otros.