SEGURAMENTE UNO DE LOS SECTORES QUE MÁS HA CAMBIADO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS HA SIDO EL RELATIVO AL TRATAMIENTO DE LOS VEHÍCULOS FUERA DE USO (VFU). EN LA DÉCADA DE LOS 90, LOS ANTIGUOS DESGUACES ERAN EMPRESAS FAMILIARES, TRADICIONALES –AÑOS DE ANTIGÜEDAD–, BASADOS MÁS EN EL TRABAJO QUE EN LA TECNOLOGÍA.
EN ESTOS DESGUACES SE OBTENÍA LA CHATARRA DE LOS VFU, DESMONTANDO, ASIMISMO, ALGUNOS COMPONENTES, INICIALMENTE LOS DE MAYOR MONTANTE ECONÓMICO Y DE VENTA INMEDIATA, PARA COMERCIALIZARLOS COMO RECAMBIO USADO. SIN EMBARGO, ERA MÁS IMPORTANTE, ECONÓMICA Y ADMINISTRATIVAMENTE, LA CHATARRA QUE EL PROPIO RECAMBIO; INCLUSO ÉSTE EN NUMEROSAS OCASIONES ERA DESMONTADO POR EL PROPIO
Desde el punto de vista medioambiental, los desguaces no trataban prácticamente ningún residuo con potencial contaminante, salvo que fuera económicamente rentable –como las baterías, por ejemplo, por el valor del plomo–.
Es evidente que todo esto originaba un problema serio, pues lo residuos, tanto ligeros como pesados, tienen un alto contenido de elementos peligosos, además de ser fácilmente inflamables. Con esta situación, pronto intervino la Administración Pública correspondiente para regular legalmente el desarrollo de esta actividad desde el punto de vista medioambiental. Primero lo hizo la Comunidad Económica Europea, en el año 2000, después, en 2002, España estableció su propia legislación. Quedó así regulada la gestión de los residuos generados en los desguaces, con el fin de controlar la cantidad y reducir la peligrosidad en los procedentes de vehículos fuera de uso.
Cesvi Recambios, un centro de referencia en el sector
El inicio de la actividad de nuestro Centro de Tratamiento de Vehículos Fuera de Uso, al que le dimos el nombre comercial de Cesvi Recambios, se realizó en 1996 aunque de forma experimental: dar servicio a nuestros asegurados cuando su vehículo era considerado pérdida total, ser coherentes con los principios de responsabilidad social corporativa de MAPFRE y, si todo esto se podía hacer de manera rentable, pues sería fenomenal. Esas fueran las razones con mayor peso a la hora de iniciar este negocio.
Nuestro trabajo inicial estaba encaminado a conocer la actividad y sus efectos y características. Determinar cómo trabajar con los vehículos o qué hacer con las piezas y elementos obtenidos. Así, fuimos capaces de establecer los que en un futuro serían nuestros métodos, objetivos, criterios de gestión y, en definitiva, nuestra forma de trabajar y nuestras estrategias. No esperamos a la aparición de la normativa nacional (RD 1383/2002), ya que en nuestros procesos estaban incluidos aspectos específicos de descontaminación de los vehículos y de gestión de residuos. Los conceptos sobre los que nos movíamos eran la reutilización y el reciclado de componentes, así como la posibilidad de su valorización, definidos posteriormente por la propia normativa.
Convertirnos en una tienda de recambio usado fue el principal objetivo por el que desmontar todas las piezas y elementos con posibilidad de reutilización; paulatinamente, instauramos en nuestro proceso de aprendizaje, como mejora continua, su identificación y referencia, estableciendo procesos de almacenaje y ratios de productividad específicos.
Siempre hemos entendido que este recambio debe ser tratado como el recambio nuevo; por consiguiente, identificable por referencia, siendo pioneros en este sector. Dimos a todas nuestras piezas el código del fabricante, además de una referencia interna única, con código de barras, que dotaba al sistema de almacenaje de gestión ágil y optimizada.
El cliente es figura fundamental en el negocio de Cesvi Recambios, por lo que el desarrollo de la calidad en el sevicio es una prioridad fundamental desde nuestros inicios. Los procesos para garantizar la calidad de las piezas, la eficacia en la respuesta a los clientes y el respeto a sus derechos como comprador siguen siendo la base del negocio.
A todos estos aspectos se sumaron los económicos, fundamentales en cualquier negocio, concluyendo con un plan de viabilidad, que desembocó en el desarrollo de un proyecto y en la compra de 24.000 m2 de terreno donde erigir un edifico único, con una inversión total, en 2002, de 8,4 millones de euros, y con 23 empleados. El Departamento de Ingeniería y Consultoría de CESVIMAP fue crucial para el diseño de esta instalación.
Así, hemos pasado de dos operarios y un técnico iniciales en el trabajo de desmontaje de vehículos, a una instalación única, genuina y sin parangón. Puestos de trabajo ergonómicos, para efectuar todo tipo de operaciones, un sistema automático de movimiento de vehículos, otro de almacenaje inteligente, excepcional en el sector, que nos permite unos ratios de productividad optimizados al máximo. Basta señalar que la intervención en nuestos primeros coches desmontados tenía una media de 16 horas, reduciéndose en la actualidad hasta las 4 horas.
Gestionamos nuestra actividad con un sistema informático propio, con el que podemos trabajar de forma integral en todo el proceso, desde la recepción del vehículo a la elaboración de las facturas, obteniendo datos exhaustivos de la actividad para ser más eficientes en cualquier punto de nuestros procesos de trabajo. El apoyo de nuestros compañeros del Departamento de Informática fue, y es, esencial para Cesvi Recambios.
En todos estos años de funcionamiento hemos trabajado con más de 18.000 clientes, superado los 38.000 coches desmontados y 1.100.000 de piezas. Tenemos almacenada una media de 55.000 piezas, y facturados 55 millones de euros, en más de 20 países.
Huella de carbono
En 2012, en un estudio realizado conjuntamente con la Universidad Católica de Avila, financiado por Fundación MAPFRE, calculamos y analizamos la incidencia de la huella de carbono de esta actividad según nuestros procesos e instalaciones. Estamos orgullosos de decir que, con el desarrollo de la actividad de Cesvi Recambios, en estos momentos, hemos evitado emitir a la atmósfera 39,2 toneladas de CO2, así como facilitado el reciclaje de más de 23.000 toneladas de chatarra, 500 de baterías, 195 toneladas de aceite, 640 de combustible y 240 toneladas de aluminio.
En materia legislativa, la gestión de los vehículos al final de su vida útil se regula por la Unión Europea, en el año 2000, traspasándose a traves de Real Decreto en España en 2002, cuando los desguaces pasan a ser Centros Autorizados de Tratamiento (CAT). La última modificación ha tenido lugar este mes de enero, con el RD 20/2017, que define exhaustivamente en 12 artículos las operaciones que deben realizar los CAT.
Al margen de la importancia de esta reglamentación para las empresas del sector, existe una novedad para los usuarios en su artículo 7. Indica que la extracción de piezas y componentes para su reutilización únicamente podrá hacerse en un CAT, y siempre que los vehículos hayan sido descontaminados y dados de baja definitiva en la DGT, declarándose ilegal entre particulares la venta y la compra de recambio de segunda mano.
No obstante, una normativa más explícita, en la que se detallaran qué piezas pueden y no pueden ser recuperadas para ser reutilizadas, nos ayudaría a prestar un mejor servicio a la sociedad. Incluiría las piezas y elementos que pueden ser reutilizados y comercializados por un CAT, comprendiendo las piezas de seguridad, es decir, aquéllas relacionadas con la dirección, la suspensión y los frenos de los vehículos.
Cesvi Recambios, quizá no seamos los más grandes pero sí una referencia en el sector.
COMPRADOR.