EN LA VALORACIÓN DE DAÑOS DE UN AUTOBÚS, SE EXIGEN AMPLIOS CONOCIMIENTOS TÉCNICOS: FORMAS DE CONSTRUCCIÓN, MÉTODOS DE UNIÓN Y MATERIALES. GRACIAS A ELLOS, SE DETERMINARÁN LOS ELEMENTOS AFECTADOS, SU NIVEL DE DAÑO Y EL PROCESO DE REPARACIÓN.
Identificación
Para valorar un vehículo, el primer paso es identificarlo. Para autobuses y autocares existen tres datos esenciales: el número VIN, o número de bastidor, la placa del carrocero y la placa del fabricante de los equipos mecánicos.
El número VIN está grabado en el bastidor del vehículo; si el autobús no posee bastidor se encuentra grabado en la parte soporte de los conjuntos mecánicos. En todos los casos es visible a través del pase de rueda delantero derecho, por encima de la rueda. Al estar localizado en una zona exterior, con el tiempo acumulará barro o suciedad del rodamiento del vehículo; una adecuada limpieza nos permitirá apreciar el VIN.
La placa del carrocero, normalmente de aluminio o plástico, aporta información sobre el nombre del carrocero, número de bastidor, de homologación de la carrocería y de fabricación, masas, clase a la que pertenece, etc. Ha de estar visible en el interior del vehículo; frecuentemente se encuentra en el lado derecho, ya sea en los escalones de entrada de la puerta delantera del vehículo, en el frente interior, bajo la luna parabrisas, en los pilares de entrada delantera del autobús o, incluso, en la propia puerta delantera.
Junto a esta placa, o muy cerca, es común encontrar la placa del fabricante de los conjuntos mecánicos. Informa sobre la razón social del fabricante, número de homologación del vehículo, masas por eje, masa del conjunto, número VIN, etc.
Inspección
Para realizar la valoración de daños, el perito debe reflejar, en primer lugar, todos los trabajos necesarios para reparar, indicando cada pieza del autobús sobre la que actuar. Un método de inspección ordenado evita errores y pérdidas de tiempo.En este tipo de vehículos no existen herramientas informáticas de valoración, por lo que la peritación será manual y pormenorizada. El tiempo empleado en este paso estará relacionado con la magnitud de los daños.
Es sumamente importante adjuntar en el informe fotografías de los daños, con aclaraciones y reseñas, si son necesarias. Un método de inspección ordenado permitirá analizar todos los elementos del autobús, evitando errores y pérdidas de tiempo.
Así, comenzando por el exterior del vehículo, se inspeccionarán los elementos de la zona del impacto y áreas anexas. Una vez ubicada la zona o zonas afectadas, el perito analizará las partes interiores de la carrocería. Incluye todos los elementos mecánicos, eléctricos o neumáticos que han podido resultar afectados, en mayor o menor medida.
Debido a las especiales características constructivas de autobuses y autocares, de ser posible, se analizarán los bajos de la carrocería desde un foso de taller o elevándolo. Permitirá visualizar tanto los daños directos como los trasmitidos indirectamente.
Ante cualquier duda, es útil realizar mediciones y verificaciones en el taller de reparación u otro centro especializado si éste no dispusiera de los medios necesarios. Espesor de la pintura, equipos de diagnóstico, verificación de la dirección, suspensión y frenos, pruebas en carretera, etc. son aspectos que ofrecen una garantía mecánica y de seguridad, además de la calidad y apariencia estética.
Tipos de daños
Los daños más frecuentes en autobuses y autocares se sitúan en su parte inferior: paragolpes y zona baja de puertas y trampillas. Se debe a la altura al suelo de estos vehículos y a los ángulos de maniobra con los que operan. Daños por rozaduras contra aceras, bolardos, otros vehículos, bordillos y badenes, etc. suponen pequeñas reparaciones y restablecimiento de la pintura.
Ante daños de mayor envergadura, que requieran sustituir elementos o que, incluso, afecten a la estructura del vehículo, se comprobarán las secciones transversales, voladizos laterales, etc.
Es imprescindible que el perito conozca los distintos materiales con los que está construido el vehículo, su comercialización y las formas más adecuadas de afrontar la reparación o sustitución de sus elementos exteriores o interiores.
Daños en piezas de grandes dimensiones de acero o aluminio –por ejemplo paneles laterales con longitudes, a veces, superiores a 10 metros–, se reparan o sustituyen convenientemente. El objetivo es que al final la visión lateral de todo el paño no muestre ondulaciones (aguas) una vez pintado y rotulado.El perito ha de conocer los materiales y diseño del vehículo. Como la pieza se corta directamente de la bobina, el precio de este recambio está directamente relacionado con el de los índices del mercado del acero o aluminio.
Las lunas del vehículo son elementos estructurales importantes en el diseño de autobuses y autocares. Dependiendo de la magnitud del daño pueden repararse, con el consecuente ahorro del recambio, materiales y tiempo en el taller. Pueden presentar daños como arañazos, fisuras y picados, por la proyección de gravilla del asfalto.
La peritación se completa con un presupuesto que recoja tiempos, precios del recambio, de la mano de obra y de los materiales y, finalmente, importe total de la reparación. Así, será una aproximación bastante fiable al coste final.
El informe técnico de valoración que elabora el perito detallará los datos recogidos, referenciando operaciones, materiales y precios necesarios.
Para Saber Más…
[st_icon name=’envelope’ size=’icon-1′ color=’#faf5f5′ type=’circle’ background=’#fa0505′ border_color=» align=’ss-none’ icon_spin=’no’]Área de Vehículos Industriales vindustriales@cesvimap.com
[icon type=»vector» icon=»momizat-icon-book» size=»16″ hover_animation=»border_increase» ]Reparación y peritación de vehículos industriales. CESVIMAP , 2010. [st_icon name=’twitter’ size=’icon-1′ color=’#fcf7f7′ type=’circle’ background=’#fa0a0a’ border_color=» align=’ss-none’ icon_spin=’no’]@revistacesvimap