Según la nueva normativa europea sobre el uso de precursores de explosivos, es una infracción muy grave e incluso puede derivar en responsabilidad penal.
El Reglamento de la Unión Europea 2019/1148 de 20 de junio entró en vigor el 1 de febrero, y se refiere a la comercialización y utilización de precursores de explosivos. Como el ácido sulfúrico con esta normativa es ahora una sustancia regulada, quienes deseen adquirir, poseer o utilizar esta sustancia por encima de una concentración del 15% necesitan licencia de precursores de explosivos restringidos, PPE, para hacerlo. Este producto se utiliza en las baterías con paquete de electrolito por separado y el mismo paquete de electrolitos (botella de ácido). De este modo, las baterías de motocicleta deben ser activadas por el distribuidor antes de venderse al cliente particular final, si este no tuviera dicha licencia.
¿En qué afecta al taller?
La repercusión para el taller es significante. Establece como infracción muy grave (puede derivar en responsabilidad penal) suministrar una batería de motocicleta sin activarla, con un paquete de ácido, al cliente final y sin verificar que esa persona tenga la licencia PPE. Para las baterías que vienen rellenadas con el electrolito, precintadas y cargadas de fábrica, no habrá problema.
Por lo tanto, los talleres tendrán que activar cualquier batería de motocicleta antes de entregarla a un cliente final que no tenga esa licencia PPE. Si va a vender únicamente la batería (sin instalación en vehículo) ha de asegurarse de que la batería, llena y activada, esté embalada adecuadamente y etiquetada correctamente. Para la venta online, por ejemplo, el transporte de baterías debe realizarlo un mensajero autorizado en transporte de mercancías peligrosas por carretera, ADR.
Los distribuidores y talleres no necesitarán una licencia de PPE siempre que estén adquiriendo, importando, poseyendo o utilizando ácido sulfúrico para fines relacionados con su comercio o negocio, pero se les podrá pedir acreditación. Su distribuidor puede solicitarle, por ejemplo, la emisión de certificados, una declaración responsable tipo (Anexo IV Reglamento UE 2019/1148) o documentación que incluirá:
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- Prueba de la identidad de la empresa y de la persona autorizada o el operador económico para adquirir los precursores.
- Certificación de alta en el Impuesto de Actividades Económicas, Registro Mercantil o cualquier documento oficial análogo que acredite su actividad económica.
- El uso que al que va a destinar los precursores de explosivos restringidos, congruente con una actividad comercial, empresarial o profesional específica.
Si usted es un taller, recomendamos que conserve toda la documentación comercial y administrativa, de 18 meses a 6 años (mejor el plazo mayor), así:
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- Certificados que emita;
- La correspondencia o emails como medio por el que facilita documentación;
- Albaranes y facturas de compras de baterías con la denominación de la sustancia o mezcla y con mención de su concentración y cantidad, así como la identidad de la parte vendedora y la compradora;
- En su caso, copia de la licencia del cliente final;
- Documentación que le facilite su distribuidor;
- Documentación generada por el transporte de las baterías.
Durante el tiempo de conservación de la documentación, la información deberá estar completa, actualizada y disponible en cualquier momento para su inspección por las autoridades competentes.
Venta a cliente final con licencia EPP
Con esta normativa, queda muy tocado el comercio on line de baterías de moto, con lo que ello implica respecto a las reglas de libre mercado. El particular ahora estará obligado a que un taller le cambie la batería de la moto, en lugar de poder optar por realizar esta sencilla operación él mismo. El taller le requerirá:
- Copia de la licencia de EPP y el DNI del comprador;
- Verifique la licencia, comprobando que el producto que se está comprando está permitido como parte de las condiciones de la licencia (sustancia, concentración, cantidad);
- Registre los detalles de la transacción en la tabla de la parte posterior de la licencia (de la que debe conservar copia también).
