Pocas personas saben que Mose Freyer y su negocio familiar, el taller Moses Bil & Lack, pintan coches para Koenigsegg Automotive en el pequeño pueblo de Sätaröd, al suroeste de Kristianstad, en el sur de Suecia. El proceso de pintado de un Koenigsegg puede requerir hasta 1.200 horas y un enfoque meticuloso en el que la elección de los productos es crucial. Con el fin de aportar fiabilidad y calidad de forma continua, durante los últimos 30 años, Freyer ha confiado en la marca de pintura con sede en Wuppertal: Standox.
Un mundo más allá de lo común
Durante más de seis años, Moses Bil & Lack ha sido un proveedor de confianza de Koenigsegg, el fabricante de los automóviles más rápidos del mundo. Koenigsegg tiene su propio taller de pintura, que funciona a pleno rendimiento en sus instalaciones de producción en Ängelholm. Moses Bil & Lack proporciona a Koenigsegg un servicio externo de pintado con los mismos altos estándares. El taller ha invertido en una línea completamente separada para Koenigsegg donde puede pintar hasta cuatro de estos súper coches a la vez. Freyer trabaja muy de cerca con sus empleados y se beneficia de los cursos de formación que ofrece la Refinish Academy de Axalta en Gotemburgo. “Trabajar en estos automóviles requiere una verdadera habilidad que no se puede comparar con ningún otro proceso. Se ha de tener instinto intuitivo y priorizar la calidad por encima de todo”, explica Freyer.
Cada coche es único
Antes de que un coche de lujo Koenigsegg llegue desde Ängelholm al taller Moses Bil & Lack en fibra de carbono, Lina trabaja en estrecha colaboración con Lisa Johansson, Directora de Arte en Koenigsegg, para determinar el color exacto según la especificación acordada por el cliente con Koenigsegg. “Nos pueden pedir reproducir el color de un objeto existente – algunos clientes nos han llegado a pedir si podemos reproducir el color de un esmalte de uñas, o incluso el color de una formación montañosa de China que había cerca de donde creció. Los clientes de Koenigsegg se implican bastante en el proceso de especificación y se preocupan mucho por los detalles, por lo que es fundamental identificar la tonalidad adecuada”, comenta Freyer. «Los pedidos de pintura con virutas de platino u oro de 24 quilates son habituales». Para facilitar este meticuloso proceso, Lina confía en los 8.000 colores disponibles en el sistema Color Box de Standox y continuamente colabora con Koenigsegg para asegurarse de que el color se ajusta a las expectativas del cliente.
Cuando las piezas de un vehículo llegan al taller Moses Bil & Lack se elimina con cuidado cualquier resto de epoxi que haya quedado en la superficie de los componentes de fibra de carbono después de la producción para evitar que, después de aplicar el color, con el tiempo aparezcan manchas amarillentas. Una vez la superficie está completamente limpia, se aplican varias manos de barniz Standocryl VOC-Xtra Clearcoat directamente sobre la fibra de carbono y después de cada mano se seca en cabina. Luego se aplica la base bicapa Standoblue para conseguir el color definitivo. “Cada movimiento se ha de realizar con la máxima precisión y sensibilidad”, continúa Freyer. Una vez la base bicapa se ha secado, los pintores examinan cada centímetro cuadrado del acabado de pintura antes de aplicar las manos finales de barniz Standocryl VOC-Xtra Clearcoat para otorgar a los automóviles su espléndido acabado brillante. Después las piezas del automóvil se lijan y se pulen con cuidado. Todo el proceso de pintura puede requerir hasta 1.200 horas y las piezas ya pintadas no se vuelven a enviar a Koenigsegg hasta que el color es 100 por cien exacto.
Calidad por encima de todo
Freyer es muy exigente con los productos que utiliza. “Standox es la única marca que me permite conseguir la calidad que quiero. Tiene una de las aplicaciones más rápidas del mercado y destaca por su increíble facilidad de uso y durabilidad”, explica Freyer. “Todos los productos son incomparables, de principio a fin, y en Moses Bil & Lack nos esforzamos por conseguir estos mismos objetivos: superar las expectativas de los clientes. Por eso llevo 30 años confiando en Standox”. Ann-Charlotte Cardestig, responsable comercial de Standox en Suecia, añade: “Estamos muy orgullosos y nos complace que nuestros productos se utilicen con tanto éxito en los súper coches de Koenigsegg. La ética laboral orientada a la calidad, la profesionalidad y el enfoque orientado a los objetivos de Mose le hacen un cliente altamente valorado y apreciado por Standox”.