Prevención y reutilización
El 10 de abril entró en vigor la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Supone una de las primeras legislaciones a nivel nacional que incluye, expresamente en su texto, diversos conceptos de sostenibilidad. Su publicación, por ello, puede considerarse un hito histórico en el desarrollo del marco normativo español.
Por Héctor Mangas Velayos, Área de Medios-Prevención
Las primeras líneas del preámbulo de esta nueva Ley recogen su objeto principal: sentar los principios de la economía circular a través de la legislación básica en materias de residuos. También, contribuir a la lucha contra el cambio climático y proteger el medio marino. Es decir, es una verdadera declaración para conquistar los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
- Energía asequible y no contaminante.
- Producción y consumo responsable.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
La nueva regulación en materia de residuos contribuye, además, a la creación y consolidación del empleo en el sector de la gestión de residuos.
Ley de residuos y suelos contaminados: Modelo circular
Esta ley de residuos y suelos contaminados persigue la transformación del actual modelo económico lineal -basado en la producción y venta masiva de productos-, hacia un modelo circular. Forzará a incluir la sostenibilidad en la estrategia de numerosos sectores económicos.
En concreto, en esta Ley se define una larga lista de acciones y medidas para lograr una reducción de los residuos de un 13% y 15% para 2025 y 2030, respectivamente, respecto a los generados en 2010.
El fin de los envases de plástico de un solo uso, la reducción de los residuos generados en la producción industrial y el fomento de la reparación y la reutilización de productos y de sus componentes son parte de estas medidas que afectarán, de una forma u otra, a toda la sociedad.
Ley de residuos y suelos contaminados: Residuos
Otro de los conceptos reforzados con esta legislación sobre residuos y suelos contaminados es la jerarquía de residuos. Ordena, de mayor a menor preferencia, las acciones encaminadas a reducir o gestionar los residuos. Da prioridad a la prevención, la reutilización y el reciclado -en este orden-, y deja como últimas opciones la valorización y la eliminación.
Lógicamente, prevención y reutilización son las únicas herramientas que podrían permitir una reducción de los residuos que son generados en la actividad que se desarrolla en los talleres de reparación de automóviles.
La ley incluye fomentar el diseño, la fabricación y el uso de productos eficientes en el uso de recursos duraderos, fiables, reparables, reutilizables y actualizables. En este sentido, los fabricantes de vehículos deberán integrar este requisito en el diseño de nuevos modelos. Han de facilitar la reparación de los componentes y sistemas de los vehículos frente al empleo de recambio nuevo.
CESVIMAP analiza desde hace más de 30 años los vehículos que salen al mercado desde el punto de vista de su reparabilidad. Aporta a los constructores los resultados de esta investigación, participando en las etapas de diseño de algunos de los modelos.
Así mismo, investiga, desde sus inicios, los procesos de reparación, obteniendo métodos eficientes. Para el conocimiento de la posventa, difunde esta metodología en formación, sea presencial o bien online. También, en la revista que estás leyendo y redes sociales.
La aplicación de estos procesos permite restaurar las características originales a las piezas afectadas por distintos tipos de daños, haciendo posible que la reparación sea una opción técnicamente factible y más económica frente a la sustitución de la pieza.
Hoy en día existen diversos procesos para reparar prácticamente todos los componentes del vehículo, independientemente del material empleado para su fabricación. Son destacables los aplicados sobre piezas de acero, aluminio, plástico o vidrio. O bien admiten la recuperación de una gran cantidad de piezas o son materiales con un gran impacto ambiental.
Por ejemplo, los procesos reparación de paragolpes se basan en técnicas de soldadura o técnicas adhesivas. Permiten recuperar estas grandes piezas que a veces están afectadas por amplios daños. Cada paragolpes reparado reduce una cantidad aproximada de 5 kg de plástico que se precisarían para fabricar uno nuevo, el equivalente a 300 botellas de agua de 0,5 litros.
Ley de residuos y suelos contaminados: Reutilización
La promoción de utilizar de nuevo productos recuperados o emplearlos en una segunda vida, con un uso diferente, es también uno de los conceptos en los que esta nueva Ley pone especial interés.
Este es el caso de los centros autorizados para el tratamiento de los vehículos al final de su vida útil (CAT). Además de su función para evitar la contaminación a través de la correcta gestión de los residuos peligrosos que componen un vehículo, estos centros son claros ejemplos de economía circular. Permiten la reutilización de todas aquellas piezas del vehículo que aún se encuentran en óptimas condiciones para su uso como recambios. Así mismo, proceden a la segregación de los restos no reutilizables para su posterior reciclado y aprovechamiento como materia prima.
En concreto, el CAT gestionado por CESVIMAP, CESVIrecambios, ha vuelto a poner en el mercado durante el último año 604 toneladas de acero, plásticos y aluminio con la venta de motores, cajas de cambio, paragolpes y piezas de chapa de la carrocería, suponiendo un beneficio importante para el medio ambiente.
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