LA TÉCNICA DEL INTERROGATORIO ES IMPRESCINDIBLE PARA EL BUEN RESULTADO DE LOS PROCESOS JUDICIALES, VALORANDO EL ÓRGANO JUDICIAL EL LENGUAJE VERBAL Y EL CORPORAL DE LA PERSONA QUE COMPARECE
Los peritos son llamados a juicio para defender su informe técnico en base al principio de “inmediación de prueba” que rige el juicio oral (no se aprecia de igual modo la comparecencia mediante vídeo- comparecencia).
Comparecencia
La asistencia de peritos y testigos, conforme al TS, de forma reiterada, debe reunir tres requisitos fundamentales:
– Credibilidad. El testimonio ha de ser creíble y, para ello, ha de ser entendible; explicado de forma lógica y sin tecnicismos.
– Verosimilitud. El testimonio ha de ser congruente con lo expresado en el informe escrito.
– Persistencia. Es sinónimo de insistencia: interrogado el perito o testigo de diferentes formas o ejemplos, debe incidir en sus tesis o conclusiones.
Estos requisitos se analizan tanto desde el lenguaje verbal como desde el dialéctico
(referido al argumentario); de ahí la inmediatez que supone la comparecencia en persona en los juicios.
Los peritos, testigos y testigos-peritos se deben preparar específicamente para su comparecencia. Así, evitarán que factores externos, como los nervios de acudir al juzgado (medio que no dominan al no ser expertos en Derecho), las técnicas de interrogatorio utilizadas por los abogados, etc., sean un impedimento para aportar sus conocimientos técnicos y experiencia en calidad de expertos que auxilian judicialmente al juez o tribunal. Siempre bajo la perspectiva de lo que han visto, de lo que han oído, en el caso de testigos y de sus conocimientos técnicos y experiencia, en el caso de los peritos.
Preparación
¿Cómo debe preparar un perito la comparecencia en el juzgado? Fundamentalmente, dedicando tiempo, bajo las siguientes premisas:
-Transmitir una presencia excelente: correcta presentación física, exposición verbal y corporal.
– Exposición clara y concisa del informe. – Huida de tecnicismos, explicando los hechos de forma comprensible. Los ejemplos que se retienen de forma más contundente son los símiles cotidianos. – Transmisión de credibilidad de su informe, contundencia y seguridad. Por
ejemplo: “Mi opinión se basa en uno de los mejores estudios técnicos en la materia” o “son un resumen de los mejores manuales”.
El juez debe tener claro que las conclusiones del perito se basan en los estudios más fiables, los mejores trabajos publicados en las revistas o libros técnicos o en los especialistas en la materia.
– El informe del perito debe estar avalado por datos, estadísticas, estudios y testimonios de expertos; todo ello acredita una mayor objetividad del informe.
El perito ha de saber defenderse del interrogatorio de los abogados. ¿Cómo hacerlo? Preparando el interrogatorio como si fuera abogado de ambas partes. Para ello se deben conocer, de forma general, las técnicas aprendidas por los abogados para preparar el interrogatorio:
1. Leer detenidamente nuestro informe y el de otros peritos que se hayan aportado.
2. Subirse al balcón. Analizar el caso concreto desde la perspectiva de una distancia y altura imaginaria, como si estuviéramos subidos a un balcón, estando las partes abajo, una frente a otra. Este supuesto imaginativo nos facilitará el análisis objetivo de las posturas de las dos partes.
3. Preparar preguntas casi seguras:
– Credibilidad del perito. ¿Es independiente? ¿Está cualificado? ¿Es perito judicial? ¿Tiene experiencia?
¿Cómo es la redacción de su informe? – Congruencia de la exposición. ¿Ha incurrido en incongruencia? ¿En contradicciones? ¿Ha respondido con seguridad?
4. Preparar preguntas específicas del
informe. Es aconsejable intercambiar opiniones con el abogado que contrata al perito, quién le indicará cuáles son los puntos a rebatir por la parte contraria.
5. Conocer los diferentes tipos de preguntas que nos pueden formular:
– Preguntas abiertas o cerradas.
Las preguntas abiertas son aquéllas que empiezan por cuándo, cómo, dónde, de dónde, hacia dónde, desde cuándo, por qué, a quién, cuánto, cuántas veces; invitan al perito a explicar libremente sobre lo que les preguntan.
Las preguntas cerradas suelen empezar por un verbo: “actuó usted”, “quiso”, “firmó”, “trabajó usted”… Normalmente se plantean inicialmente para tranquilizar al perito y luego ir a las abiertas, o bien para guiarle constantemente en el interrogatorio. El perito no debe dejarse guiar en el interrogatorio y ser capaz de explicar detenidamente los aspectos que considere importantes y necesarios.
6. Ha de aportar datos precisos y concretos. No es necesario memorizarlos, puesto que va a tener en sus manos el informe pericial realizado, pero sí repasarlos antes de su comparecencia en el juzgado.
7. Debe dirigirse al juez o poner de manifiesto su contestación en caso de:
– Pregunta capciosa: la pregunta intenta o puede provocar confusión.
– Pregunta sugestiva: la pregunta sugiere la respuesta, estando implícita la respuesta o anticipando la contestación.
– Pregunta impertinente: la pregunta no guarda relación con los hechos, trata temas ya debatidos o no tiene interés alguno en el proceso.
8. Ha de controlar los nervios. Puede usar técnicas de respiración pausadas o bien beber pequeños sorbos de agua antes de entrar en la sala (los expertos indican que eso tranquiliza el sistema nervioso).
9. Debe controlar el tono y la exposición verbal, primando la sencillez y la claridad, sin dudas interpretativas.
10. Ha de responder con seguridad, sin titubeos ni excesiva tardanza. Conforme establecen los expertos, existen signos externos de falta de seguridad, como son: entrar y no saludar en voz alta (el saludo correcto conforme a protocolo judicial es “buenos días” o “buenas tardes”, no “hola”), pararse al entrar o preguntar dónde se coloca, meter las manos en los bolsillos, evitar el contacto visual en el interrogatorio.
11. Incidirá en las conclusiones del informe y en las fuentes que lo avalan, en los procedimientos empleados, haciendo entender las cuestiones complejas y destacando el examen realizado del vehículo y, en su caso, el lugar del siniestro (aspecto fundamental en su comparecencia).
12. No debe confiarse nunca durante el interrogatorio y ha de estar atento a las preguntas formuladas.
13. Tendrá en cuenta que forman parte de la valoración de su comparecencia el nerviosismo o azoramiento, el titubeo o contundencia en la defensa de su tesis, las rectificaciones o linealidad en la exposición, el tono de voz o tiempos de silencio y la capacidad narrativa o explicativa.
Es fundamental que el perito siempre tenga presente en su comparecencia en el juzgado que acude como experto técnico en auxilio de la justicia, a aportar sus conocimientos técnicos y su experiencia; no se está examinando, puesto que los peritos ni ganan ni pierden los juicios.