El 1 de septiembre de 1992, España disfrutaba colectivamente del éxito internacional de los que se calificaron como “los mejores Juegos Olímpicos de la historia” y de la proyección mundial de modernidad que estaba generando la Exposición Universal de Sevilla. Pero ese día, también vio la luz el primer número de esta revista, una apuesta del Centro de Experimentación y Seguridad Vial MAPFRE, CESVIMAP, por la contribución a la difusión de la cultura del automóvil, sobre todo desde el punto de vista de la seguridad y la prevención.
Cuando lanzó esta revista, CESVIMAP ya contaba con casi una década de experiencia en el análisis de los accidentes de tráfico y muy especialmente de las mejores técnicas de reparación de vehículos para garantizar al máximo su seguridad. En la portada de ese primer número, se mostraba la imagen de un primitivo crash test de un Peugeot cuyo modelo ya no es reconocible, y se anunciaba un “análisis de las características técnicas y la carrocería” de un Rover 214. Ambos vehículos forman parte del pasado, de un tiempo en el que los coches se fabricaban fundamentalmente con chapa de acero convencional, y donde las medidas de protección, prácticamente, se limitaban al cinturón de seguridad y a algunas ayudas a la frenada, como las primeras versiones del ABS.
Hoy la realidad es muy distinta. En los foros más reputados ya no se habla de coches, sino de movilidad, pero la esencia del trabajo y el valor que supone CESVIMAP para las industrias relacionadas con la automoción, para las aseguradoras, y para el conjunto de la sociedad, sigue siendo el mismo. La carrocería ahora es una mezcla de diversos materiales, como aceros aleados, plásticos, aluminio, fibra de carbono… Y las medidas de protección, afortunadamente, han mejorado y se han estandarizado de tal manera que ahora estamos en un paso más avanzado, las nuevas ayudas a la conducción en aras a la seguridad que se engloban bajo el concepto “ADAS” (Advanced Driver Assistance Systems)
El mundo del automóvil, como el mundo del seguro, como en general el de todas las industrias, poco tiene que ver con su nivel de desarrollo de los años 90. Tampoco CESVIMAP es el mismo. Afortunadamente, el Centro ha dejado de ser exclusivamente nacional para ser global, con seis centros homólogos que permiten prestar sus servicios en 42 países de los cinco continentes. Ha ampliado su foco puesto inicialmente en los turismos, para investigar sobre todo tipo de vehículos, e incluso analizar los riesgos asociados a fenómenos tan emergentes como los drones y sus aplicaciones en la sociedad. Por citar una tercera gran diferencia, CESVIMAP ha sabido adaptarse a toda la revolución tecnológica y sigue estando en la vanguardia como centro de referencia para analizar realidades en proceso de desarrollo, como el coche inteligente en un mundo conectado.
100 números de esta publicación son testigos de toda esta transformación. Están ahí a disposición de los lectores interesados en seguirla, abiertos al público y a la difusión gratuita del conocimiento técnico, como siempre ha entendido CESVIMAP que debía ser su papel en la sociedad. Investigar para conocer, y luego formar e informar; en definitiva, ofrecer todo el saber de su excelente equipo profesional para contribuir al desarrollo de las sociedades, y al de sus nuevas necesidades y tendencias.
Muchas gracias, y felicidades a todos los que han contribuido a estos primeros 100 números de la revista CESVIMAP.