En el CES 2016 de Las Vegas, Bosch está mostrando una tecnología que se ajusta perfectamente al eslogan que subraya el logotipo de la compañía: «Innovación para la vida». Se trata de innovaciones para el hogar, la ciudad, el coche, y el lugar de trabajo. El proveedor de tecnología y servicios se ha comprometido a impulsar la conectividad a través del Internet de las cosas. Bosch está utilizando el lema “Simply.Connected” para resalta este concepto en el CES, donde la compañía está presentando en estos días soluciones para smart homes, smart cities, la movilidad conectada y la llamada Industria 4.0. Para ilustrar su idea, se refirió a los coches conectados. Estos pueden comunicarse con un hogar inteligente a través del sistema de navegación, por lo que los conductores pueden, por ejemplo, precalentar el horno para la cena antes incluso antes de llegar a casa.
Retrofit eCall
En el campo de la movilidad conectada, Bosch presenta una primicia mundial: Retrofit eCall. El sistema de llamada automática de emergencia eCall, lanzada en 2012, estaba inicialmente previsto únicamente como equipamiento de serie en los vehículos nuevos, pero ahora también está disponible como una solución de montaje posterior. Conectado a la toma del encendedor del coche, el sensor está diseñado para detectar colisiones y enviar la información correspondiente a un centro de servicio. Dependiendo de la gravedad del accidente, el sistema pone directamente en contacto al centro de servicios con el conductor o avisa a los servicios de emergencia más cercanos.
Ciudades inteligentes mejoran la calidad de vida
El aparcamiento en las grandes ciudades es otro de los grandes problemas que Bosch está tratando de solventar. Los conductores tratando de encontrar una plaza de aparcamiento provocan el 30 por ciento de la congestión urbana. Una manera de combatir esto es equipar a los coches o a las plazas de aparcamiento con sensores que detecten y notifiquen a los conductores cuando una plaza ha quedado libre. Bosch ha implementado esta idea en su concepto de aparcamiento basado en la comunidad: mientras los coches se mueven por la ciudad detectan y miden los huecos libres que quedan entre los vehículos estacionados junto a la acera. Esta información se procesa e introduce en tiempo real en un mapa, al que se puede acceder desde un smartphone o desde el sistema de navegación del coche. De esta forma, los conductores que buscan aparcamiento en zonas residenciales o urbanas pueden encontrar un espacio sin dar vueltas alrededor. Esto reduce el estrés de los conductores, ahorra tiempo y dinero, y resulta más beneficioso para el medio ambiente.
En la interfaz entre las ciudades inteligentes y los vehículos conectados está incluido también el estacionamiento totalmente automático, que Bosch tiene previsto lanzar en 2018. La idea es que los conductores simplemente dejan el coche en la entrada de un aparcamiento o garaje. El coche, entonces, encuentra un espacio disponible y aparca por sí mismo. Cuando el conductor quiere recoger el coche, éste regresa hasta al punto de entrega de la misma manera.
Bosch también está trabajando también en un piloto de autopista, un piloto electrónico que conduce por autopista. A partir de 2020, se espera que los vehículos equipados con este piloto serán capaces de conducir por sí solos a lo largo de una autopista. Esto aumenta principalmente la seguridad, al tiempo que hace que la vida de los conductores al volante sea más relajada: cuando el piloto electrónico está conduciendo por la autopista, el conductor se convierte en un pasajero capaz de inclinar su asiento hacia atrás y relajarse o atender a otras cosas. Bosch está poniendo a prueba la conducción automática en autopistas abiertas en Alemania, EE.UU. y Japón.
Otro aspecto importante que hace que la conducción sea aún más segura y confortable es la comunicación entre las personas y la tecnología. Por ejemplo, si un peatón se aproxima desde la derecha, una secuencia de ráfagas de luz se activa para alertar al conductor.
Bosch también presenta una pantalla táctil con retroalimentación háptica (relativa a la ciencia del tacto, por analogía a la acústica u óptica), por la que la compañía recibió un Premio a la Innovación CES a finales de 2015. Se trata de un producto único en el que las teclas que aparecen en la pantalla se sienten al tacto como si se tratara de teclas físicas reales, por lo que los conductores pueden interactuar con las aplicaciones del sistema de información y entretenimiento, como la navegación, sin tener que mirar la pantalla. Eso significa que no necesitan apartar sus ojos de la carretera haciendo la conducción más segura.
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