Cañizares Piñero cumple 40 años en la distribución de pintura y equipamiento de vehículos
No lo dice explícitamente –aunque se nota nada más conocerlo–, Emilio Cañizares (Madrid, 1955) es un empresario dinámico y emprendedor. Quizá por ello, consiguió extender un pequeño negocio familiar –que diversificaba la venta desde productos de droguería y perfumería a los de automoción– hasta llegar a ser lo que hoy es: un gran distribuidor, con sede en cinco ciudades. Cañizares Piñero cumple 40 años como líder en la distribución.
Quizá suene a épocas prehistóricas de la automoción si nos referimos a la pintura Duco. Fue creada por DuPont, en 1920, pero con ese nombre pasó a conocerse toda la laca nitrocelulósica, obviamente, al disolvente. También suena pretérito cuando solo se comercializaban los colores básicos: rojo óxido, blanco, negro, verde y amarillo. O esas marcas de pintura –Herbert, Valentine, o Urruzola (la actual Glasurit)– que hoy nos suenan lejanas.
Los principios de Cañizares Piñero
Todo ello se vendía en la empresa de su padre, Aurelio Cañizares, “Suministros Madrid”, ubicada en la madrileña plaza de Santo Domingo, tiempos en los que solo cuatro distribuidores multimarca se disputaban el negocio en la capital.
No había alcanzado Emilio la treintena –incansable negociante y un poco hiperactivo– cuando quiso establecerse por su cuenta. Utilizó su parte de herencia para pagar la primera entrada de un local de 130 m en Las Rozas. “¡Me quitáis al mejor hijo que tengo!”, se lamentó su padre al conocer la decisión…
Casado y con dos hijos, en lugar de un vehículo familiar, decidió comprarse una Ebro Combi 9, maniobrable furgoneta que zigzagueaba perfectamente tanto por ciudad como por carretera. Esa misma Ebro fue la que transportó los primeros equipos con que trabajó CESVIMAP en sus inicios, allá por 1983… Los pedidos tardaban 30 minutos en ser entregados en la sede de cada taller (habitualmente eran los talleres los que iban al distribuidor y cargaban allí sus productos, por ello, este servicio constituyó una auténtica revolución, dada la esmerada atención al cliente que suponía).
Fue en Bolonia, en una feria, cuando conoció a ICI Autocolor y con ellos realizó una prueba piloto para que la marca se estableciera en España. Pronto, ICI fue adquirida por PPG, estableciendo así entre Cañizares y Nexa Autocolor una sólida relación de confianza, que dura hasta nuestros días.
Cañizares Piñero, 40 años
“En la pandemia y la época que nos toca ahora vivir hay que colaborar con los talleres para entre todos salir adelante. Porque los concesionarios o los grandes se están recuperando poco a poco. El problema es el pequeño, conseguir los recursos necesarios para aguantar esta situación”
Con esta empresa hemos vivido diversas etapas de la pintura que han marcado la historia de la automoción. De la Valroc, a la Duco, que precisaba 4 kg de pintura y una semana completa para pintar un coche. De ahí, al brillo directo que aportaba la sintética, en la que solo era necesario un litro para la misma operación.
No había, prácticamente, cabinas de pintura. El taller solía disponer de un cuarto –habitualmente alicatado– y un ventilador de aspas, para la absorción de vapores. Como aún no existía polígono industrial en Las Rozas, Emilio fijó como almacén el sótano de su vivienda, guardando 50.000 litros de disolvente.
Rápidamente, se quedó pequeña su primera nave –ahora ocupan 2.500m2 y aún tienen que desplazarse a otra para las labores formativas–. ¿Su primer vendedor? un familiar exjugador de fútbol que empezó a hacer clientes cuando no había catálogo, sino su propio álbum de fútbol. Fue Jaime quien comenzara con las ofertas de 2×1, en un tiempo en el que los pintores no contaban con descuentos; Cañizares rompió comercialmente el mercado.
Cañizares Piñero, preocupado por la formación
Ellos estaban motivados a pintar sus propios cascos o motos y, casi sin darse cuenta, pasaban a reparar y pintar un coche en una semana. A los tres meses, ya se los pedían los talleres cercanos para su contratación.
Actualmente, Cañizares Piñero, que cumple 40 años en la posventa, forma a los profesores de Grado Medio y Superior de Mantenimiento de Vehículos. Su objetivo es que transmitan las novedades en carrocería y pintura a los futuros profesionales de la posventa. Asimismo, forma a diversos talleres de chapa y pintura en vehículo eléctrico y otros interesantes temas.
Y es que un distribuidor con peso en el mercado, como es su caso, son algo más que comercializadores de productos para los talleres. Son consultores técnicos en muchos casos, resolviendo problemas del área de pintura –acabado tricapa, colorimetría…–, o dando directrices de su gestión como empresa.
Cañizares Piñero, un distribuidor de equipamiento y herramientas de vehículos, también para los eléctricos, celebra en 2021 sus primeros 40 años de existencia. Ofertas especiales por este aniversario y la felicitación de varios de sus clientes y amigos celebran esta efeméride. ¿Y cómo planea Emilio los próximos 40 años? Quiere potenciar la formación, el concepto de equipo, conocimiento, experiencia y servicio, valores en los que se quiere afianzar.
¡Enhorabuena!