Tras diez años se deben revisar y reponer, en su caso
Como hemos señalado varias veces, las señales de tráfico si bien no “no caducan”, sí tienen una ‘fecha de reposición recomendada’. Esta es la garantía que ofrecen los fabricantes de las láminas retrorreflectantes, diez años para las señales con material de clase RA2 y RA3.
A partir de estos diez años, debe comprobarse si las características visuales -las coordenadas cromáticas y la retrorreflexión-, siguen siendo conformes a la norma europea y se puede alargar su vida útil, sin menoscabar la seguridad vial.
Parches de láminas retrorreflectantes con una nueva velocidad sobre señales antiguas, carteles corregidos con pegatinas que no se adhieren correctamente, etc. Son muchas las señales que en conducción nocturna no se pueden leer correctamente. No se puede constatar su caducidad por falta de ensayos, pero, evidentemente, no son seguras.
Según Afasemetra, Asociación de Fabricantes de señales Metálicas de Tráfico, es recomendable disponer de un inventario real y público sobre cuántas señales existen, cuántas están deterioradas y qué cambios necesitan para cumplir con la Norma de Carreteras. Los conductores desconocen un número importante de señales, incluso las personas que acaban de aprobar el carnet de conducir.
En 2018 un estudio elaborado por BP España, Castrol y RACE afirmaba que un 22% de las personas encuestadas no conocía el significado de todas las señales, el 73% reconocía haber tomado decisiones incorrectas debido a la mala señalización y el 91%, que la señalización vertical es un aspecto fundamental para garantizar una conducción segura.
El mayor peligro para quien conduce es no identificar rápidamente una señal. Esos segundos que tardamos en entender y reaccionar a su mensaje son cruciales en la conducción y cualquier duda puede ocasionar un accidente.
Conceptos como ‘movilidad sostenible’ o ‘ciudades inteligentes’ se han colado en nuestro vocabulario y se han convertido en un imperativo para avanzar hacia un futuro mejor. La administración debe apostar por un equipamiento renovado, especializado y certificado por las principales normas de calidad, que se adapte a las necesidades actuales.
Se deben revisar las señales existentes y publicar un catálogo actualizado con criterios unificados entre las normativas municipales, provinciales, autonómicas y estatales para tener unas directrices claras e inequívocas para la ciudadanía.
La señalización es el lenguaje de las vías públicas y nos ofrece un marco seguro para que podamos transitar sin incidentes y sin poner nuestras vidas en peligro. La señalización vial es clave para salvar vidas, contribuye a crear ciudades más amigables y eliminar momentos de incertidumbre, y supone una inversión muy baja en relación con el beneficio en materia de seguridad vial.