Atropello de animales: tipología de daños en el vehículo

LOS DAÑOS QUE PRESENTAN LOS VEHÍCULOS SON CONSECUENCIA DIRECTA DEL TIPO DE ACCIDENTE SUFRIDO, INCLUIDOS LOS QUE SE PRODUCEN CON ANIMALES SALVAJES O DOMÉSTICOS. ANALIZAMOS LAS CARACTERÍSTICAS Y LOS ASPECTOS A CONSIDERAR POR EL PROFESIONAL DE LA PERITACIÓN PARA EL ANÁLISIS Y LA VALORACIÓN DE ACCIDENTES EN LOS QUE INTERVIENEN JABALÍES Y VACAS.

 

Las características de los daños en los vehículos son un parámetro que se repite continuamente, sobre todo en siniestros a baja velocidad (en los accidentes a elevadas velocidades las trayectorias del coche son impredecibles y presentan tipologías de daños distintas).

El perito ha de establecer la relación entre la declaración del siniestro efectuada por el asegurado con los daños ocasionados en el vehículo.

Según datos del Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, cada año se producen entre 15.000 y 20.000 accidentes por “irrupciones o atropellos de fauna silvestre en las vías de circulación”. De estos, en el 61,7% de los siniestros están implicados animales de caza, en un 37,7% son protagonistas los animales domésticos y el 0,6% restante corresponde a accidentes provocados por aves.

Los animales que más veces se ven involucrados en atropellos en España son los jabalíes y los perros, pero no son los únicos. La clasificación de los animales más involucrados en siniestros en las carreteras, con daños materiales y/o personales, es: jabalíes: 33%; perros: 30%; corzos: 17,5%; otros: 19,5% (datos de Ponle Freno-Axa).

Distancia de frenado en función de la velocidad.

No son los animales más atropellados, lógicamente, pero erizos, gatos, ratones, ranas, pájaros, etc. no suelen provocar desperfectos en el vehículo.

Por lo general, sí es posible relacionar los daños que presentan los vehículos con el tipo de accidente sufrido. Cuando se atropella a un animal las relaciones que puede establecer dicha casuística giran en torno a la tipología, la localización del daño y la existencia de los restos biológicos del animal.

Atropello de un jabalí: Tipología, localización y restos

Los impactos con un jabalí adulto dejan daños considerables en los elementos metálicos con los que golpea y, si se trata del paragolpes, es muy frecuente que se produzca la falta de un trozo. Al ser ya un animal de cierta consistencia en peso y tamaño, es habitual que elementos mecánicos y de la suspensión resulten también afectados. Se ocasionan daños por impacto directo y por transmisión.

Irrupción de un jabalí en la vía.

Para su localización, nos fijaremos en las piezas afectadas, en la altura de los daños y en las zonas del vehículo afectadas que, por lo general, estarán en la parte inferior; es decir, de moldura para abajo, en piezas del vehículo como el paragolpes, las aletas delanteras y las puertas, en los radiadores, en las ruedas y en los elementos de la suspensión.

También pueden producirse daños en la mecánica delantera y trasera, en el piso de habitáculo y el trasero.

Cuando se atropella a un animal es muy frecuente encontrar restos de su pelo por diversos elementos de la carrocería: paragolpes, frente, rueda y elementos de la suspensión.

También es habitual que el vehículo quede salpicado de barro en la zona en la que el jabalí ha golpeado, debido a que suelen revolcarse en él. También se pueden encontrar restos orgánicos.

Zona del impacto del jabalí.

Cuando se trata de animales de grandes dimensiones (vacas, caballos, etc.) los deterioros cambian, ya que el vehículo impacta en las extremidades del animal haciendo que caiga sobre él.

Evidentemente, hay algunas similitudes entre los dos atropellos, el de un animal de medianas dimensiones, como el jabalí, con en el de un animal de grandes dimensiones, como una vaca. Es precisamente la diferencia de envergadura de la vaca la que hace que la tipología de daños sea distinta.

 Atropello de una vaca: Tipología, localización y restos

La tipología de los daños en un impacto con una vaca se verifica en las partes altas del coche, ya que la línea del paragolpes golpea en las patas de la vaca y esta se recuesta sobre el capó, las aletas, los pilares y la luna de parabrisas. Incluso, dependiendo de la violencia del impacto, el animal puede llegar a introducirse en el habitáculo, dañar el tablero de a bordo, los laterales de los pilares delanteros y el techo.

En un atropello a una vaca es que se puede rastrear la trayectoria del impacto, dónde comienza y por dónde abandona el coche.

También son característicos de los impactos con bóvidos los daños que dejan sus cuernos sobre la carrocería, así como en las piezas donde se han recostado y en la luna del parabrisas.

Restos del pelo del jabaíi atrapados entre la llanta y el neumático.

Los daños están localizados en las partes altas del coche (de moldura para arriba), paragolpes, capó, faros, aletas delanteras, parabrisas, techo, pilares delanteros, espejo retrovisor y puertas.

En los atropellos de vacas, caballos, etc. es muy frecuente encontrar restos del pelo del animal y restos biológicos (sangre, leche y excrementos) por los elementos de la carrocería, como el paragolpes, el faro, el capó y el parabrisas.

Una vez considerada la información aportada para el análisis de accidentes con animales, el perito ha de establecer la relación entre la declaración del siniestro y los daños producidos en el vehículo, de forma que no existan contradicciones entre la declaración del asegurado y la ocurrencia del siniestro