Transporte y reparto libre de emisiones con vehículos eléctricos

EL COMERCIO TRADICIONAL SE HA TRANSFORMADO POR EL REPARTO A DOMICILIO. PASAMOS DE ENVIAR CARTAS A CONTAR CON LA TRAZABILIDAD DE UN NÚMERO DE SEGUIMIENTO Y UN PAQUETE QUE LLEGA A CASA EN 24 HORAS. LA LOGÍSTICA DETRÁS DE TODO EL MOVIMIENTO TIENE MUCHO QUE VER. EN ESPAÑA, ACTUALMENTE, CIRCULAN ALREDEDOR DE 130.000 FURGONETAS DE REPARTO, CIFRA QUE AUMENTA HASTA LOS 1,4 MILLONES SI HABLAMOS DE EUROPA.

Según un informe elaborado por Ptolomeus Consulting Group, el sector de la paquetería ha experimentado un gran crecimiento debido al aumento del e-commerce, al cambio del pensamiento del cliente, a la pandemia, al crecimiento de la eficiencia o a un mayor número de productos y webs disponibles, entre otros aspectos.

El incremento de vehículos de reparto en nuestras carreteras se puede traducir en un aumento de los niveles de contaminación a nivel mundial. Las grandes compañías de paquetería, como DHL, UPS o Correos, están comenzando a transformar sus flotas con vehículos eléctricos, como camiones, scooters o furgonetas de reparto. También, para los repartos de última milla, es habitual utilizar cuadriciclos, motos o patinetes eléctricos.

Acuerdo histórico

A finales de 2020, los siete grandes fabricantes de camiones de Europa (DAF, Daimler, Ford, Iveco, MAN, Scania y Volvo) firmaron un acuerdo histórico en el que se comprometían a dejar de vender camiones que produzcan emisiones contaminantes para 2040.  En el mercado actual encontramos varios modelos de camiones eléctricos disponibles, como el FUSO eCanter o el Mercedes eActros. La autonomía y opciones de carga varían considerablemente.

Nuevo cuadriciclo eléctrico de Citröen

En España, la compra de estos camiones no se ha popularizado: en 2020, únicamente se matricularon 8 camiones eléctricos. A pesar de ello, las ventas de camiones diésel también cayeron un 21,4%. Se espera que la venta de camiones y furgonetas eléctricas aumente durante este año, gracias al plan MOVES III, que subvencionará estas compras con hasta 9.000 €.

Por otra parte, el uso de furgonetas eléctricas para reparto urbano está cada vez más extendido. En este caso, el mercado es mucho más amplio, con modelos como la Citroën e-Jumpy, la Mercedes eVito, la Peugeot Partner Electric o la Nissan NV 200.

Un dato: en nuestro país, el 35% de las furgonetas de reparto no realizan más de 130 km al día; por lo que, en caso de usar una eléctrica, la autonomía no sería un problema. Además, no tienen áreas restringidas de acceso, ni siquiera cuando existen escenarios de alta contaminación. También pueden aparcar de forma gratuita en muchas ciudades.

Última milla

Aunque cada vez se ven más repartidores de última milla que circulan con motos, cuadriciclos o patinetes eléctricos, hay que tener en cuenta que esto no siempre es posible. Sí, tienen ventajas, las mismas que hemos mencionado anteriormente con las furgonetas; pero, debido a su limitada capacidad de carga, no siempre serán adecuados para transportar según qué pedidos.

E-commerce : del almacén a la puerta de casa sin contaminar.

Para conducir patinetes eléctricos no es necesario contar con un permiso especial. En el caso de las motos o cuadriciclos eléctricos, sí es obligatorio vestirlo. Los carnés necesarios para conducir este tipo de vehículos son los mismos que para las motos térmicas: carné A1 o B con tres años de antigüedad para motos de hasta 11 kW, carné A2 para un máximo de 35 kW o el carné A, para todo tipo de motocicletas y triciclos.

Un vehículo de estas características puede recorrer entre 45 y 80 km con una sola carga, aunque influyen muchos factores: conductor, terreno, clima… Al estar destinados al transporte de carga, lo ideal sería una potencia de 1000 W. En cuanto al número de ciclos de carga que pueden soportar, estos varían entre los 700, en el caso de baterías de ácido-plomo, y los 2000 de una batería de litio. Un cuadriciclo eléctrico, como el Citroën Ami Cargo, tiene capacidad para mover 140 kg, que se reducirían hasta los 75 kg si hablamos del Renault Twizy Cargo.

Todas estas acciones, llevadas a cabo tanto por empresas como por los gobiernos, están orientadas a conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11: ciudades y comunidades sostenibles.

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